YPF siguió reduciendo su estructura de costos en 1995. A partir de 1990, los costos de extracción se redujeron de U$S6,70 por barril de petróleo equivalente a U$S3,00 en 1994 y U$S2,72 en 1995. Los costos de terminación de pozos también disminuyeron, por el uso de nuevos métodos de perfilaje y tecnologías de punta para la terminación de aquellos. También disminuyeron los costos operativos con la instalación de generadores propios de energía eléctrica para reemplazar la compra de ésta. Además de reducir los costos, el excedente de energía eléctrica producida en los yacimientos se puede vender a terceros con una buena rentabilidad. La empresa incorporó sistemas de traceado eléctrico que reemplazaron al vapor para calefaccionar los ductos de la región norte de Mendoza, donde también se redujeron considerablemente los costos de producción.