|
Equipos de inyeccion de agua como este localizados en Mendoza, permiten mejorar la produccion y las reservas de petroleo. |
La producción de petróleo de YPF se incrementó un 8% en 1995, a 136 millones de barriles. Se verificó así el cuarto año consecutivo de aumento de la producción. Este crecimiento refleja la estrategia de la empresa de maximizar la producción de los yacimientos existentes y acelerar la evaluación de áreas prospectivas. Excluyendo la producción de las áreas que YPF vendió durante los últimos tres años, la extracción de crudo creció a una tasa anual superior al 15%.
A fines del ejercicio 1995, las reservas de crudo sumaban 1.149 millones de barriles, o sea un 10% más que los 1.045 millones de barriles existentes a fines del ejercicio 1994. La empresa incorporó reservas por 240 millones de barriles que representan el 176% de la producción extraída en el año.
Estos incrementos de la producción y de las reservas de petróleo en 1995, fueron generados por el diseño y ejecución de un intenso programa de perforación de pozos de desarrollo y de avanzada. En promedio, YPF tuvo 59 equipos de perforación en actividad durante 1995, contra 45 equipos en 1994. En 1995 la empresa terminó 1.213 pozos de desarrollo, un 55% más que en 1994. Aproximadamente el 40% de las reservas incorporadas en 1995 corresponden a la Cuenca del Golfo San Jorge, donde YPF ejecutó un exitoso programa de perforación de pozos de avanzada de mediano riesgo. También se iniciaron nuevos programas de recuperación secundaria por inyección de agua en varios yacimientos. Por ejemplo, en Chihuido de la Sierra Negra se están inyectando 200.000 barriles de agua por día, y aunque en 1995 se obtuvo una moderada respuesta de producción, la incorporación de reservas asociadas a ese programa fue significativa.
Otro factor clave que contribuyó a los favorables resultados obtenidos en 1995 fue el exitoso proyecto de perforación horizontal que se llevó a cabo en el área Rincón de los Sauces, en la Cuenca Neuquina. El excelente rendimiento de estos pozos abre nuevas oportunidades de desarrollo en otros yacimientos operados por YPF. En 1995 se terminaron 56 pozos horizontales, fundamentalmente en la Cuenca Neuquina, donde resultaron especialmente exitosos los pozos de radio corto y medio, como así también la perforación de pozos de reingreso (re-entry). Por ejemplo, en Chihuido de la Sierra Negra-Lomitas, donde el espesor de los reservorios es relativamente delgado, los pozos horizontales rinden a un régimen de producción más elevado que los pozos verticales convencionales. Además, la perforación de pozos horizontales es eficaz para controlar la conificación en yacimientos con casquete de gas, como sucede en Filo Morado, yacimiento de la Cuenca Neuquina.
Los programas de reinyección de gas también contribuyeron al incremento de la producción y las reservas de crudo en 1995, y permitieron a la empresa cumplir con las reglamentaciones gubernamentales sobre venteo del gas. Por ejemplo, el programa de reinyección de gas en Nuevos programas de recuperacion secundaria permitiran mejorar los niveles de produccion a costos razonables.Chihuido de la Sierra Negra-Lomitas, incrementó las reservas recuperables y permitió que una cantidad de pozos pasaran a producir por gas-lift, aumentando simultáneamente la producción, y reduciendo los costos operativos y de mantenimiento. También se completaron con éxito programas de reinyección de gas en el yacimiento Sierra Barrosa, ubicado en la provincia de Neuquén.
En Barrancas Norte, provincia de Mendoza, los resultados de perforación y la productividad de los pozos fueron inferiores a los esperados. Sin embargo, la conversión de algunos pozos productores en inyectores de agua, para mantenimiento de presión, permitió estabilizar y, en algunos casos, aumentar el rendimiento de la producción.
En 1995, el oleoducto Estenssoro-Pedrals, donde YPF tiene un 57,75% de participación, y que va desde Neuquén, en Argentina, hasta Concepción, en Chile, completó su primer año continuo de actividad. Desde su puesta en funcionamiento a comienzos de 1994, el sistema fue una importante y rentable vía de egreso de la producción de petróleo de Neuquén. En 1995, el oleoducto transportó 87.000 barriles de petróleo por día, de los cuales 65.000 eran producidos por YPF.
En la planta de inyeccion de agua Brecha Verde, se filtra el agua que luego se reinyecta a los reservorios para incrementar la produccion de petroleo del area de Barrancas, Mendoza.